Una vez finalizada la construcción la planta concentradora de cobre producirá 102.200 toneladas del metal al año.
El impulso de una minería responsable con el medio ambiente y las comunidades es uno de los grandes desafíos de una industria que debe satisfacer la creciente demanda de minerales necesarios para llevar a cabo la ansiada transición energética. Bajo este contexto, el proyecto Mantoverde, desarrollado por Ausenco para Capstone Copper en la Región de Atacama, es una muestra concreta de innovación y sostenibilidad.
“Desarrollar una minería verde implica la construcción y puesta en marcha de proyectos más eficientes y sostenibles en su globalidad. Esto quiere decir desde su gestación hasta su entrada en funcionamiento. Hablamos de sostenibilidad en el tiempo, de relaciones comunitarias, de aminorar el impacto medioambiental y la huella de carbono para la continuidad de la operación”, afirma María Paz Núñez, Vicepresidente de Ausenco Chile.
Mantoverde tiene un plazo de ejecución de 36 meses y sus obras presentan un 85% de avance, con el objetivo de ser entregada durante el primer trimestre de 2024.
“Estamos entrando en la etapa final de construcción, movilizando a nuestros especialistas de Comisionamiento y Puesta en Marcha, para hacer entrega del proyecto de acuerdo al programa y presupuesto comprometido”, afirma la vicepresidente de Ausenco Chile.
Lo que se traduce en destacables aspectos que innovan respecto de lo que ha sido la minería tradicional. Entre estos, se encuentra la reducción de la huella de carbono del proyecto en aproximadamente un 30% a 35%, comparado con el estudio de factibilidad original. Esto repercute en la disminución de los movimientos de tierra, los metros cúbicos de hormigón y las estructuras de acero utilizadas. En términos prácticos, gracias al tamaño más eficiente de la planta, puede ser recorrida a pie, sin necesidad de vehículos.
A su vez, se impacta de manera positiva en el consumo de agua para la construcción, en el transporte de materiales y en la demanda de capacidad de camas en el campamento de construcción. “Con este diseño eficiente y optimizado, se busca aminorar el impacto medioambiental del proyecto, tanto en la construcción como durante la operación, reduciendo significativamente las emisiones de carbono durante todo el ciclo de vida del proyecto”, explica María Paz Núñez.
Otro aspecto relevante es el rediseño del sistema de relaves, que se realizó con la instalación de un espesador adicional en la planta, de manera que en vez de bombear relaves al 30% se hace al 55%, recuperando el agua tempranamente en planta, bajando el requerimiento del diámetro de las tuberías de impulsión y la recirculación de agua, reduciendo con ello los gastos de operación.
Fuente: Portal Minero
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