En la semana que inicia, Remsa (Recursos Energéticos y Mineros de Salta) publicará los pliegos para la licitación de un área del litio de 37 mil hectáreas en el salar salteño Arizaro.
El titular de la empresa estatal, Alberto Castillo, aseguró que el interés de inversores para esta oportunidad minera se mantiene a pesar de la caída del precio internacional del litio.
Las ofertas del proceso licitatorio, denominado REMSA X, se conocerán a fines de septiembre o en los primeros días de octubre. Las empresas que se mantienen en la búsqueda del mineral clave para la fabricación de baterías son aquellas que buscan autoabastecerse para el mercado de la electromovilidad.
"Por ahí, algún tipo de fondo que especulaba con inversiones en proyectos para después venderlos, no participen en la licitación. Porque ellos tienen una finalidad de comprar a un buen precio, como hace cualquier negocio, invertir un capital y luego. Ahora van a participar especialmente lo que necesitan el mineral", explicó Castillo.
"Las empresas automotrices y las industrias que están dedicadas a la transición energética van a participar sin importar el precio del carbonato de litio. Hay mucho interés de empresas que vienen de Rusia, China, de países árabes y empresas indias. Estamos recibiendo muchas consultas", agregó.
La licitación es por el área para la producción de litio más grande del país. Remsa está encargada de licitar la concesión de las áreas vacantes para esta actividad o bien podría también explotarla o asociarse con los inversores para el mismo fin. La empresa estatal es la primera concesionaria de las superficies a desarrollar y lo que ofrece es justamente esa condición, además de los resultados de estudios geológicos que realizaron en los yacimientos.
Todo el proceso está supervisado por el Juzgado de Minas de Salta y la autoridad ambiental y técnica para el control de esos yacimientos corresponde a la Secretaría de Minería y Energía de la Provincia.
Entre las condiciones para los pliegos de la fracción de Arizaro que se licitará se establecerán obligaciones de inversiones en infraestructura social, como rutas, parques solares para beneficiar a las poblaciones puneñas y gasoductos, entre otras.
Del mismo modo, los oferentes tienen que establecer porcentajes de NSR (siglas en inglés que significan retorno neto de fundición) a favor de Remsa. Se trata de una suerte regalía que se cobra de acuerdo al valor de salida del producto minero en boca de mina.
Fuente: El Tribuno
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