La compañía Sales de Jujuy, una de las dos empresas que producen litio en Argentina, espera en junio inaugurar la ampliación de la planta industrial en el Salar de Olaroz, en Jujuy.
Dicha ampliación les permitirá triplicar la producción del carbonato de litio, cuya tonelada será exportada aproximadamente por US$ 53.000. Mientras tanto, continúan avanzando en la etapa final de construcción de Sal de Vida, el segundo proyecto de litio que tendrán en Argentina, ubicado en Catamarca, el cual esperan inaugurar a principios del 2024. Los proyectos significan una inversión de US$ 1.500 millones que hace Sales de Jujuy S.A., subsidiaria del gigante australiana Allkem, sea una de las 5 empresas más importantes del mundo que produce químicos en base al litio.
En Argentina, produce carbonato de litio, un material utilizado en las baterías, fundamentales en el proceso de descarbonización. Actualmente cuentan con más de 850 trabajadores, debido a la construcción, y cuando finalicen los proyectos esperan que sean más de 1.000, solo de empleo directo. La mitad del monto ya fue desembolsado y los otros casi US$ 800 millones serán para lo que resta del 2023. Por ese motivo, la compañía está en pleno trámite con el Ministerio de Economía para adherir el régimen de fomento de inversión para las exportaciones. El cual le permite a las empresas que invierten más de US$ 100 millones tener mayores facilidades en el libre acceso a divisas, en un contexto de fuertes controles cambiarios. Una de las razones que motivan a la empresa a acelerar las inversiones es para aprovechar la ventana de oportunidad hasta 2030. Así lo explicó José Alioto, Gerente de asuntos públicos de Allkem: “Por la electromovilidad, va a haber un boom en la demanda, que va a ser muy superior a la oferta. Los proyectos tardan desde que se arranca a explorar, en nuestro caso en 2010, hasta que estábamos exportando carbonato de litio, en 2016. Hasta 2030 vemos la oportunidad de desarrollar proyectos, pero, si no entraste, la demanda la va a satisfacer otro productor, y después de eso, va a ser muy difícil, mucho más cuando los países desarrollados comienzan a meterse con subsidios millonarios a la oferta y la demanda”. Pese a la delicada situación macroeconómica argentina, y si bien se puede encontrar litio en diversos países del mundo, Allkem explicó por qué deciden realizar grandes inversiones de largo plazo en el país. “Cuando invertís a largo plazo, pensás que en algún momento la coyuntura va a cambiar”, comentó Alioto. Pero, además, agregó: “Hay litio en muchas partes, hasta en el océano, pero en Argentina, Chile y Bolivia se destaca la alta calidad de los activos y el bajo costo de extracción”. De los 3 países que conforman el Triángulo del Litio, el más “atractivo” por sus recursos es el desierto de Atacama, en Chile. Sin embargo, en la actualidad el mayor flujo de inversiones va a Argentina. El motivo que explica el atractivo de las empresas por Argentina por sobre Chile son las regulaciones, consideradas “favorables”, según Alioto. Entre ellos se encuentra el marco legal de la ley de inversiones mineras, que da estabilidad fiscal por 30 años, pero además que se declaró a los recursos como propiedad de las provincias. “Diría que el principal factor es el federalismo, las provincias defienden sus recursos y los favorecen”, aseguró Alioto. El plan de inversiones Allkem en Argentina incluye dos proyectos: en Jujuy, Olaroz I (US$ 300 millones), y su ampliación, Olaroz II (US$ 424 millones), que se espera que esté listo para el segundo semestre. Luego, la puesta en marcha del segundo proyecto de la compañía en el país, Sal de Vida. La primera etapa tendrá inversiones por US$ 271 y la segunda, Sal de Vida II, una ampliación de la planta, por otros US$ 523 millones. Por tipo de inversión, las integradas ascienden a US$ 786, mientras que en la construcción por US$ 733 millones. El producto final que realiza Allkem es el carbonato de litio, que requiere un proceso químico que puede durar hasta 12 meses, desde que se extrae la salmuera del salar. El 100% de la producción se exporta para la cadena de valor de las baterías: por los altos niveles de precios actuales, que en el ultimo trimestre ascendieron a US$ 53.000 la tonelada, la compañía realizó exportaciones por u$s600 millones anuales. El proyecto Olaroz II agregará otros US$ 1.000 anuales, dado que Olaroz I produce unas 13.000 toneladas por año, y Olaroz II va a tener capacidad para otras 25.000 toneladas. En tanto, Sal de Vida I va a tener capacidad productiva de 15.000 toneladas, y luego la parte II de 30.000 más Fuente: Ámbito
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