Cobre marca nuevo récord y se acerca a los USD 12.000 por tonelada

Impulsado por tensiones en la oferta, factores geopolíticos y una demanda estructural ligada a la transición energética, el metal rojo cierra el año con una suba histórica y proyecciones optimistas para los próximos años.

El precio del cobre alcanzó un nuevo máximo histórico en la Bolsa de Metales de Londres y se ubicó cerca de los 12.000 dólares por tonelada, coronando un año marcado por fuertes desequilibrios en el mercado global. En el balance anual, el metal acumula una suba cercana al 40%, el mayor incremento desde la crisis financiera de 2009.

El fuerte aumento del precio del cobre se explica por varios factores que están ocurriendo al mismo tiempo. Por un lado, la creciente preocupación por la disponibilidad futura del metal, en un contexto de oferta ajustada, interrupciones no planificadas en operaciones mineras y dificultades en la cadena de suministro. Por otro, la demanda estructural vinculada a la transición energética, la electrificación y el desarrollo de infraestructura asociada a nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial.

En el corto plazo, uno de los elementos que tensionó el mercado fue el desvío de grandes volúmenes de cobre hacia Estados Unidos, ante la posibilidad de nuevos aranceles a las importaciones. Esta dinámica redujo la disponibilidad de metal en otros mercados y acentuó la tendencia de suba de los precios.

Las señales de estrés también se reflejan en el segmento industrial. Las negociaciones anuales entre mineras y fundiciones cerraron con cargos de tratamiento en mínimos históricos, lo que redujo los márgenes de las plantas y obligó a algunas a recortar producción. Este escenario agrega incertidumbre sobre la disponibilidad futura de cobre refinado en el mercado.

De cara a 2026, las proyecciones se mantienen firmes. Grandes bancos de inversión anticipan que la suba de precios podría extenderse, respaldada por una demanda sostenida y por la dificultad de incorporar nueva oferta en el corto plazo. En ese escenario, el cobre reafirma su rol estratégico como insumo clave para la economía global y para la transformación energética en curso.

Fuente: Fuerza Minera.